Dibujo artístico

 

Introducción al Dibujo artístico

El dibujo artístico es la disciplina de trazar y delinear cualquier figura, abstracta o que represente un objeto real, como forma de expresión gráfica. Desde la prehistoria ha funcionado como un lenguaje alternativo de alcance universal que permite la transmisión de información, ya sean ideas, descripciones o sentimientos.

 En el proceso de diseño de un objeto, y a medida que van surgiendo las ideas, es fundamental traducir los frutos de nuestra imaginación en formas cada vez más concretas, claras y elaboradas. Para ello, el dibujo técnico es muy útil.

Los primeros dibujos de un objeto se realizan siempre a mano alzada, es decir, sin utilizar instrumentos de dibujo técnico como reglas, escuadras, transportadores, compases, etc.,....  A partir de estas primeras aproximaciones, se realizan uno o varios bocetos. A medida que estos bocetos sean más concretos, proporcionales y dimensionales, se dibujarán.

Una vez definida la idea hasta el más mínimo detalle, es el momento de trasladarla al papel para que pueda ser entendida, interpretada y, a veces, construida. Utilizamos sistemas de representación que nos permiten dibujar objetos mediante proyecciones.

Psicología del dibujo artístico:

 El artista dibuja lo que no puede expresar con palabras:

"teletransporta su imaginación y sus pensamientos" a un lienzo que puede ser de papel o de otro material. Cada trazo realizado en el lienzo en su conjunto representa la idea del artista, que logra la suficiente aceptación si todo el boceto está dibujado con técnica, fluidez y originalidad. Este esbozo implica saber manejar tanto el instrumento de dibujo con el que se trabaja como los trazos que se pretenden realizar, ya que un buen dibujo se caracteriza por sus trazos seguros y sueltos. No hay un procedimiento establecido para aprender a dibujar. Cada diseñador perfecciona su dibujo según su propia forma de pensar, pero el arte del dibujo a mano alzada sólo se consigue con práctica y dedicación.

En el campo del dibujo artístico, algunos críticos se dividen en dos grupos: los que se limitan a copiar un dibujo o modelo existente, que se valen de su capacidad de observación y motriz para copiar la imagen tal cual; y los que dibujan a partir de su capacidad imaginativa y creativa, que desarrollan un alto coeficiente cerebral para poder plasmar las imágenes que conciben. Este último grupo se considera el de los verdaderos diseñadores, ya que incluye a los personajes famosos de la historia y a los que crean personajes animados famosos, mundos irreales, paisajes y seres de fantasía e incluso artefactos que podrían ser útiles en la vida real, aunque también son los más criticados y señalados, a diferencia del primer grupo que tiene buena aceptación, sobre todo los dedicados al diseño de retratos y paisajes.

Entre los elementos básicos de un dibujante artístico se pueden citar los que conforman el siguiente proceso:

Dibujar:

Es el boceto rápido que sirve para captar y recordar las características de lo que se va a dibujar. Es útil para dibujar figuras externas o en movimiento.

Un boceto:

 Esta es la prueba del dibujo en un papel aparte. Se utiliza para ayudar a decidir el encuadre, la composición, qué elementos incluir.

Enmarcado. Son los trazos que se dibujan en el papel final (se cubren o se borran después) y que sirven de base al dibujo.

Líneas:

 Este es el dibujo de los contornos. Primero se dibuja el contorno y luego el detalle.

Mejora. Para conseguir más realismo y volumen, se sombrean las zonas más oscuras. Las zonas claras pueden aclararse borrando o utilizando un lápiz blanco o similar.

Color:

Un dibujo puede ser coloreado, especialmente si está destinado a ser una ilustración (dibujo que acompaña al texto en libros, carteles, etc.). El color puede aplicarse con varias técnicas: acuarela, tinta, lápiz de color, ordenador... El color puede ser liso (homogéneo) o texturizado (aspecto irregular que se puede conseguir con el material, el papel, la técnica, etc.)

Correcciones:

Los errores pueden corregirse borrando, cubriendo una zona del dibujo con tinta o un trozo de papel y dibujando encima, o escaneando el dibujo y modificándolo en un programa de retoque fotográfico (por ejemplo, Photoshop). Con estos programas de retoque puedes eliminar, añadir o resaltar cosas, mejorar el contraste y el color.

Dibujo a mano alzada:

Es decir, hechos sobre la marcha, sin correcciones, por viajeros, exploradores, científicos. Este tipo de dibujo se conoce como cuadernos de campo, de los que fueron maestros Leonardo da Vinci o Alberto Durero, o en tiempos más recientes, Wilhelm Filchner o Julio Caro Baroja.

Proporción:

La proporción en el dibujo es muy importante, ya que dará al objeto representado la armonía necesaria al relacionar todos los elementos. Un consejo útil y práctico a la hora de encuadrar el dibujo, es colocarlo frente a un espejo, de esta manera se descubrirá si la obra está bien proporcionada y si mantiene la simetría; esto es muy útil sobre todo con dibujos del rostro y retratos.

A veces nuestro ojo tiende a "engañarnos" cuando estamos dibujando y ocurre que cuando terminamos una obra, desde nuestros ojos puede parecer correcta y bien ajustada, pero al colocarla frente al espejo descubrimos errores de proporción y conviene no olvidar que así la verá el espectador. Esto se corrige con la práctica constante y recordando que la observación es muy importante para poder relacionar todos los elementos del objeto a dibujar y así lograr una representación correcta. Otras formas de evaluarlo es colocarlo al revés, mirarlo a contraluz en el reverso de la hoja o colocar la hoja un poco más abajo para cambiar la perspectiva al mirarlo.